miércoles, 13 de abril de 2016

CULTURA EN PERSA

Uno de los mayores logros del imperio en la cultura fue su capacidad para mantener cohesionados a una gran variedad de etnias que habitaban Persia, mediante la inclusión de las tradiciones locales en la cultura imperial. Este elemento fue el principal factor de la unidad imperial y permitió a los persas desarrollar el poderío suficiente para expandir enormemente las fronteras de su territorio. Ellos ya tenían sus propios dioses iranios, como Mitra o Anahita. Los persas no idolatraban imágenes o estatuas para sus dioses porque desconocían acerca de su forma o tamaño, y además dudaban mucho que se pareciesen a los humanos, además  la tolerancia religiosa persa, hizo que con el tiempo muchos más dioses sean incorporados al panteón. Así entonces divinidades asirias, babilónicas, egipcias, fenicias y hasta la hebrea, fueran respetadas y en ocasiones reverenciadas.





ARTE

Hacia el siglo II aparecen las figuras plásticas: estas, muy sensibles, muestran esfinges femeninas representantes de diversas divinidades. Paralelo a estos objetos, también aparece el uso de metales preciosos, elementos que representaría a la civilización de Persa.  Esta cultura acompaña a la imagen del estado: imperial, imponente y lujosa, que proclama la gloria del soberano. Esto se refleja especialmente en la arquitectura, la cual se destaca por poseer fuertes influencias de Egipto. Es así como todas las ciudades reales logran tener su propio palacio, siendo el Palacio de Susa uno de los más imponentes. La escultura, realzo la imponente arquitectura con animales gloriosos alados, y enormes esculturas que vigilan como centinelas los grandes palacios. 


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